31 mayo 2007

Remedios divinos...

Cuando nací, todo fue bien… el embarazo según mi madre fue de los menos molestos, el parto llegó en su día exacto, en pocas horas… todo calculado para que naciera justo en el cumpleaños de mi mamá… perfecto! Fueron pasando los meses y la pequeña Rocío iba creciendo, se echó a andar sin a penas ayuda a los ocho o nueve meses, sin media caída si quiera, no daba un ruido (salvo a la hora de comer, cosa que no le hacía mucho chiste)… Pero un buen día los de arriba, esos que a cada niño antes de nacer le ponen el “pan debajo del brazo” vieron que algo fallaba. A la pequeña Rocío le faltaban pocos meses para cumplir el añito de vida… y algo no iba bien. Miraron en los archivos guardados de ese año… buscaron por la O… la P… Q… R… Ra… Raquel…. Remedios… Ro… “Rocío”!... Aquí está!… y observaron que había una nota justo al lado de su nombre que erróneamente habían pasado por alto a la hora de su nacimiento. En vez de un “pan debajo del brazo” Rocío tenía puesto un “quit de supervivencia”! ¿Cómo era posible que se les hubiera pasado por alto semejante detalle? Sin más dilación se pusieron manos a la obra y en menos de un año, en mitad de un florío mes de mayo, nació esta maravilla de ojos de bolas de malabares, una reina de la magia que llena con su presencia el sitio en el que se halle… Mi “quit de supervivencia” particular, sin el cual, como todo ser vivo en esta selva de locos, estaría totalmente perdida… :)